
El 72,2% de los estudiantes que asisten a escuelas privadas cuentan con desempeños satisfactorios, mientras que sólo es el 49,1% en el sector estatal. Cuáles son las razones que ven los profesionales.
Habiéndose publicado los resultados de las pruebas Aprender correspondientes al año 2021 en todo el país, salieron a la luz indicadores preocupantes en lo que tiene que ver con la escolaridad y los índices de aprendizaje, agravados por una etapa de pandemia en la que recién se retomaban prácticas normales en las aulas con mayor presencialidad. Las pruebas se realizaron con alumnos de sexto año de escuela primaria.
En este sentido, cabe destacar algunos números propios de la dinámica santafesina en las escuelas para graficar la situación de disparidad en lo que tiene que ver con la educación pública y un franco deterioro que se hizo presente en esta evaluación al compararse con los resultados en colegios privados, aunque la cuestión de fondo obedece a un retroceso de larga data.
El dato es que en Santa Fe, el 72,2% de los estudiantes que asisten a escuelas privadas cuentan con desempeños satisfactorios en Lengua, mientras que solo es el 49,1% en el sector estatal.
Las provincias donde más cayó la proporción de alumnos con buen desempeño del sector estatal con respecto a 2018 son Misiones, San Luis y Salta. En contrapartida, donde menos cayó la proporción de alumnos con desempeño al menos satisfactorio fue en Formosa, Ciudad de Buenos Aires y Córdoba.
De esto se hizo eco el referente de sociología de la educación Emilio Tenti Fanfani, quien en diálogo con este medio puntualizó: «Si se mira los porcentajes de las pruebas aprender separados por sector social ve cómo estos porcentajes suben cuando menos recursos se tienen». Además, el especialista en educación cree que la falta de la presencialidad, causada por la pandemia, «profundizó estos problemas».
A lo largo de todo el informe se grafica en cuanto a los indicadores por nivel socioeconómico la cantidad de alumnos abarcados en estos estrados con resultados más bajos que los demás. En Santa Fe, solo tres de cada diez alumnos del nivel socioeconómico más bajo tuvo desempeños satisfactorios en la asignatura de Lengua.
Consultado por los principales problemas que afronta la escuela pública en la actualidad, frecuentadas por la gran mayoría de los sectores sociales más carenciados, el sociólogo postuló que esto radica «en la debilidad de las instituciones escolares: infraestructura edilicia, equipamientos tecnológicos, modelos pedagógicos dominantes y de gestión, financiamiento y recursos humanos».
«Tras dos años de parate los alumnos volvieron a la escuela con algunos problemas de conducta inherentes al proceso debido a que allí perdieron la sociabilidad, autoestima, empatía, el hecho de no poder ponerse en lugar del otro. Han habido episodios en los que los docentes postularon que alumnos llegaban y pegaban a otro porque los miró mal, ellos tardaron la mitad de tiempo para lograr que los chicos se callen, se ordenen. En esta dimensión de lo no cognitivo, lo emocional, la capacidad de ponerse en lugar del otro, han quedado muchas dificultades que siguen retrasando y van en contra del aprendizaje», aseguró el especialista.
Al observar el desempeño del NSE bajo, las jurisdicciones que lograron contener en mayor medida la caída de estudiantes con desempeño satisfactorio o avanzado en Lengua fueron Formosa, Chaco y Tucumán (medida en puntos porcentuales). Por otro lado, las principales caídas en la proporción de estudiantes de NSE bajo con buenos resultados, se registró en San Luis, Tierra del Fuego y Entre Ríos.
Siempre está en tela de juicio la cuestión un menor nivel socioeconómico y su correlación con el aprendizaje escolar. En el informe se específica que «es difícil concluir qué parte de la brecha en el desempeño se debe a diferencias en la calidad de la educación, y qué parte a características por fuera del control de las escuelas. En 2021 se confirma nuevamente la brecha entre el rendimiento de alumnos de escuelas estatales y privadas».
Para concluir, el sociólogo sostuvo que «es imposible pensar que el marcado laboral va a absorber a todos los que tengan un bachillerato. Yo en mi época me recibí de bachiller y a los dos meses conseguí trabajo. Pero hoy ese porcentaje de egresados creció: hoy casi el 60% se gradúa y hace que se vuelva más dificil conseguir trabajo. Hay que tener competencias expresivas y cálculos básicos. Hay chicos que tienen el título y no saben comprender un texto ni expresarse».
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